
Agustina se hace la linda,
y por más que sea una gila,
tiene dos grandes dotes,
del tamaño de una sandia.
Va volando por la esquina,
porque sus sandias están vacías.
Las recarga con un poco de helio,
y luego de mucho revoloteo,
sale disparada directo al cielo.
San José la devuelve,
clamando que está demente.
Ella, haciéndose la indiferente,
desinfla sus sandias,
y después de tan larga travesía,
las rellena con mucha purpurina.
Tarde por la noche,
Agustina armó un fiestita,
donde sus grandes sandias,
estallaron de purpurina.
Ahora, hasta los pibes de la esquina,
la recordaran con alegría.
JAJAJJAJAAJA PURPURINAAAAAAAAA WIIIIIII
ResponderEliminarquiero una poesia para mi!!!!!!!!!
i hate u bitch
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